lunes, 17 de mayo de 2010

La carta

Comencé a escribirte no se por que…
al darme cuenta ya eran varios los renglones en los que me encontraba sumergida, será porque esta necesidad mía de decirte tantas cosas se potencia al no tenerte en frente.
Al saberme carente de tu presencia, todo esto que llevo guardado crece con el correr del tiempo, se agiganta, se potencia….
Aunque pensándolo bien, dudo en verdad de podértelo decir sabiéndote ahí, escuchándome…mirándome con esos ojazos que desde un comienzo, han sido mi perdición. Ya ves, siempre me han atrapado las contradicciones, y el tiempo las ha madurado…
Es que me encuentro tan perdida sin tu brújula, que a los tropezones ando por lo que queda de lo que alguna vez fue, nuestro camino.
…Será que alguna vez existió?, o será que siempre fue mío y lo pensé para los dos…
Una de tantas preguntas que han quedado varadas en este mar de sentimientos que me tiene a la deriva y a punto de naufragar. Una de esas tantas cosas que en su momento, y valla a saber por que (o si), me callé, y hoy me gritan desde el silencio por que…
Es raro, esto de volcar en un papel, una conversación ausente…, es raro verme frunciendo el seño y respirando profundo sin saber por que…
Imagino que dónde estás, las cosas son tan distintas… hasta te imagino intentando dejar de fumar, con esa tos que te ataca cuando despertás y a la que maldecís y juras curar…
Acá las cosas siguen su rumbo, para bien o para mal aún sigo; intentando mirar hacia el futuro sin que tu nombre me quite la respiración. Preguntándome si quiero olvidarte de una vez, planteándome si es que inconscientemente te espero aún sabiendo que no vas a volver…
Debería haberte dicho tantas cosas, deberíamos haber cerrado tantas puertas; no solo por la que saliste aquella vez…

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